Las memorias de Sibö, suenan en la U

Las memorias de Sibö, suenan en la U

20151028El compositor costarricense Marvin Camacho presentará su tercer disco monográfico Las memorias de Sibö, una obra narrativa e instrumental de la cultura y religión bribris, en el Auditorio Abelardo Bonilla de la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, este 2 de noviembre a las 7 p.m.

Durante el evento se ofrecerá una actuación especial del Quinteto de Maderas Kaltak, grupo musical que desde sus inicios se ha dedicado a la difusión de creación latinoamericana y que junto a Camacho como narrador tuvieron a su cargo las interpretaciones musicales del álbum. El Quinteto también participó en el primer disco monográfico de Camacho, titulado Rituales y leyendas.

Las memorias de Sibö cuenta con ilustraciones inspiradas en técnica de carboncillo del artista plástico Adrián Arguedas, seleccionado en Bienarte 1996, Premio Nacional de Grabado Aquileo Echeverría y Premió Único en el Primer Certamen de Pintura del Banco Popular, entre otros premios. Las ilustraciones serán expuestas a lo largo del evento en el vestíbulo del auditorio.

El prólogo del disco-libro es de la poetisa Julieta Dobles y contiene notas de la musicóloga Susan Campos, premio de musicología de Casa de las Américas, y la producción musical     quedó a cargo de Leonardo Gell, pianista y profesor de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica.

Para Camacho, contar con estos artistas es “una confabulación de artistas y pensadores” alrededor de su obra, que es el resultado de varios años de investigación emprendidos por Camacho, a partir de su acercamiento a las comunidades indígenas costarricenses; es un devenido tributo al legado de dichas culturas a manera de breves cuentos musicalizados. “La satisfacción que me queda es la de haber plasmado un poquito de esa cultura tan importante en el disco”, expresó Camacho al respecto.

Sibö es el dios omnipotente de la cultura bribri. Sibö creó el universo, al hombre y a la mujer; les enseñó cómo debían sobrevivir y las morales relacionadas con la vida, la reproducción y los clanes.

“Las reivindicaciones de la cultura bribri nos quedan a nosotros también, porque se lo debemos; en realidad, lo que hacemos siempre son solo pequeños acercamientos. Cuando el expresidente Rodrigo Carazo cerró los territorios indígenas, muchas luchas quedaron pendientes y muchas reivindicaciones que ellos no han podido ganar porque la política no les ha dado el lugar que merecen”, dijo Camacho.

En el marco del evento, el maestro entregará sus partituras manuscritas al Archivo Histórico Musical de la Universidad de Costa Rica (UCR); es el primer compositor nacional que, en vida, resguarda este tipo de documentos originales en dicha institución. El Archivo reúne 2.881 obras de 259 compositores, así como otro material que puede ser utilizado con fines didácticos y de investigación.

Zamira Barquero, coordinadora del Archivo Histórico Musical de la UCR, asegura que la mayoría de artistas contemporáneos insisten en cuidar sus derechos de autor y por esa razón no suelen donar su obra en vida. “Lo de Marvin Camacho es un acto noble”.

No es la primera vez que Marvin Camacho dona su obra a un archivo histórico; en el 2012, hizo la donación a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en España, que guarda entre otras, obras de Francisco de Goya y Lucientes. Camacho fue el primer latinoamericano en entregar su obra a este archivo.

“La obra está escrita para un público joven, que es la población más distante de la cultura indígena costarricense. Una de las intenciones del Maestro Camacho, si el Ministerio de Educación está de acuerdo, es ceder los derechos de autor para que el disco sea distribuido en todas las escuelas del país de manera gratuita”, explicó Leonardo Gell, productor musical del disco.

Marvin Camacho es profesor catedrático de la UCR y ha sido merecedor del Premio Nacional en Composición Aquileo Echeverría (2007 y 2012), el Premio ACAM (2010), así como las distinciones Hijo Predilecto de los Cantones de Turrialba y Barva y el premio ProArtes al disco Las Memorias del Sibö.


Por: Yinabeth Alcázar – Fuente: Semanario Universidad